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La muerte de un niño es siempre una tragedia. Pero cuando se trata de la muerte de un niño en un hospital, la situación es especialmente dolorosa e indignante. En la República Dominicana, las cifras de niños fallecidos en hospitales en los últimos años han sido alarmantes, y debemos tomar medidas urgentes para abordar esta situación.

Es cierto que el Ministerio de Salud ha estado haciendo esfuerzos para mejorar el sistema de salud en el país. Se han construido nuevos hospitales y se ha mejorado la capacitación del personal médico. Pero estas medidas aún no son suficientes para garantizar la seguridad y la calidad de atención en todos los hospitales del país.

Debemos reconocer que la muerte de un niño en un hospital no es solo responsabilidad del Ministerio de Salud. Todos los actores del sistema de salud, desde los médicos y enfermeras hasta los administradores hospitalarios, los políticos, la Pastoral de la Salud de la Iglesia Católica,  tienen un papel importante que desempeñar en la mejora del sistema.

Es necesario garantizar que los hospitales cuenten con los recursos y el personal necesario para proporcionar una atención de calidad a los pacientes, especialmente a los niños. Además, es fundamental mejorar la formación y capacitación de los profesionales de la salud para que puedan identificar y tratar correctamente las enfermedades y complicaciones que pueden surgir en los pacientes pediátricos.

También es importante mejorar la infraestructura y la tecnología en los hospitales, para garantizar que los pacientes tengan acceso a los mejores tratamientos y equipos disponibles. Esto incluye, por ejemplo, la adquisición de equipos especializados para la atención neonatal y pediátrica.

Pero no podemos olvidar que la atención médica es solo una parte del sistema de salud. También es fundamental abordar las causas subyacentes de la enfermedad y la mortalidad infantil en el país. Esto implica mejorar la educación y la nutrición, así como garantizar el acceso a agua potable y saneamiento básico.

En definitiva, la muerte de niños en los hospitales de la República Dominicana debe ser un llamado a la acción para todos los actores del sistema de salud. Debemos trabajar juntos para mejorar la atención médica, la infraestructura y la tecnología, así como abordar las causas subyacentes de la mortalidad infantil en el país. Solo así podremos garantizar un futuro más saludable y esperanzador para los niños dominicanos.

Autor: Mons. Alfredo de la Cruz Baldera.

 Obispo de San Francisco de Macorís