Cuarto Domingo de Pascua 2023

Hoy celebramos el cuarto domingo de Pascua, y recordamos la imagen de Jesús como el buen pastor. En el evangelio de Juan, Jesús nos dice: «Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas» (Juan 10:11). Esta es una imagen poderosa de amor y sacrificio, de un líder que protege y guía a su pueblo con todo su ser.

Las cualidades del buen pastor se basan en la imagen de Jesús, quien se presentó a sí mismo como el buen pastor en el evangelio de Juan. A continuación, algunas de las cualidades que podemos observar en Él y que un buen pastor debería tener:

Amor: El buen pastor ama a sus ovejas con un amor profundo e incondicional. Jesús mismo dijo: «El buen pastor da su vida por las ovejas» (Juan 10:11). Un buen pastor debe estar dispuesto a sacrificar su propia vida por el bienestar de su rebaño.

Compasión: El buen pastor es sensible a las necesidades de sus ovejas y se preocupa por ellas. Jesús mostró una gran compasión por las personas que se encontraban en dificultades, y se tomó el tiempo para atender sus necesidades.

Humildad: El buen pastor no busca su propia gloria o reconocimiento, sino que se preocupa por el bienestar de sus ovejas. Jesús se presentó como un siervo, y mostró una humildad profunda al lavar los pies de sus discípulos.

Paciencia: El buen pastor es paciente con sus ovejas, especialmente cuando se pierden o se desvían del camino. Jesús fue paciente con sus discípulos, incluso cuando cometían errores y no entendían sus enseñanzas.

Guía: El buen pastor guía a sus ovejas en el camino correcto y las protege de peligros. Jesús guió a sus discípulos en la verdad y en el camino de la justicia.

En este mundo lleno de incertidumbres y peligros, necesitamos a alguien en quien confiar, alguien que nos proteja y nos guíe. Jesús es ese alguien. Él es nuestro buen pastor, que está siempre a nuestro lado, dispuesto a darnos su vida por nosotros. Él nos conoce por nombre, y nunca nos abandona. Él es el camino, la verdad y la vida, y en Él encontramos la paz y la seguridad que tanto necesitamos.

Pero Jesús no es solo nuestro pastor; también somos parte de su redil. Él nos llama a seguirlo y a formar parte de su comunidad de fe. Él nos invita a caminar juntos, apoyándonos mutuamente y cuidándonos unos a otros. Somos sus ovejas, y Él nos conduce hacia pastos frescos y aguas tranquilas.

Sin embargo, también debemos recordar que seguir a Jesús no siempre es fácil. Él mismo nos dijo que el camino sería estrecho y difícil. Pero en Él encontramos la fuerza y la gracia necesarias para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. Él es nuestro protector, nuestro guía y nuestro amigo fiel, y en Él encontramos la verdadera vida.

Así que, en este día, recordemos con gratitud la imagen del buen pastor, que nos ama tanto que dio su vida por nosotros. Agradezcamos su guía y su protección, y comprometámonos a seguirlo con todo nuestro ser. Y recordemos que somos parte de su rebaño, llamados a cuidarnos unos a otros y a caminar juntos en la fe.

Que el buen pastor nos guíe siempre en el camino de la vida, y que su amor nos sostenga y nos fortalezca. Amén.