El caso Pegasus y Nuria Piera, violación de la sacralidad de la intimidad
La sacralidad del interior de la persona humana es un tema de gran importancia en la actualidad, especialmente en la era digital en la que vivimos, donde la privacidad y la intimidad están constantemente amenazadas. La intimidad es un derecho fundamental que debe ser preservado y respetado en todas las circunstancias, ya que es el espacio sagrado en el que cada persona se expresa y se desarrolla como ser humano.
Cada persona tiene derecho a decidir qué compartir y qué no compartir con los demás, y esta decisión debe ser respetada en todo momento. La privacidad es fundamental para mantener la autonomía, la dignidad y la libertad de cada individuo.
En este sentido, leer cartas, mensajes telefónicos, escuchar conversaciones privadas o espiar conversaciones telefónicas viola el derecho a la intimidad de la persona y es una violación de sus derechos humanos fundamentales. Es importante recordar que la intimidad es un espacio sagrado y que su violación es una violación de la dignidad humana y por tanto para nosotros los cristianos un pecado.
Cada día crecen las violaciones a la intimidad, el caso de la periodista de investigación Nuria Piera no ha sido una excepción, pero basta un sólo caso para que elevemos nuestras voces por la defensa de la intimidad en los medios digitales.
Confío en que los organismos estatales y privados que manejan nuestras comunicaciones digitales pongan el mayor empeño para que el caso Pegasus no se haga una práctica en nuestra nación.
Quiero animar a la gran periodista Nuria Piera a seguir trabajando, como hasta ahora lo ha hecho, aferrada a la verdad y a la divulgación de historias basadas en una investigación seria y exhaustiva.
Mons. Alfredo de la Cruz Baldera.
Obispo de San Francisco de Macorís.