LA IGLESIA QUE ESCUCHA: 

EL MINISTERIO DE LA ESCUCHA 

“La Iglesia que escucha”: claves de la nueva carta pastoral.

La Diócesis de San Francisco de Macorís propone un camino muy concreto para este tiempo sinodal: instituir ad experimentum el Ministerio de la Escucha y del Seguimiento Espiritual. La carta parte de un diagnóstico realista —hiperconexión que genera “soledades densas”, ansiedad y aislamiento— y llama a sanar las heridas personales y comunitarias desde el Evangelio.

1) Fundamento: una Iglesia discipular que oye y discierne

El texto relee el proceso sinodal convocado por el Papa Francisco y recuerda que la sinodalidad es forma y misión de la Iglesia: caminar juntos, escuchar en el Espíritu, y discernir para la misión. Por eso, la propuesta no es un “programa más”, sino una expresión concreta de la Iglesia que escucha.

2) Corazón bíblico-espiritual

El Pastor recuerda que Dios escucha y que Cristo, “Maestro de la escucha”, nos invita: “Vengan a mí los que están cansados…” (Mt 11,28). La carta sostiene una esperanza teologal —no simple optimismo— enraizada en el amor de Dios derramado por el Espíritu (Rom 5,3-5).

3) ¿Qué se propone en concreto?

  • Implementación ad experimentum del Ministerio de la Escucha y del Seguimiento Espiritual a nivel diocesano.
  • Ámbitos prioritarios: sacramentos —de modo especial la Reconciliación—, catequesis, formación y acompañamiento pastoral.
  • Población destinataria: no solo los “cercanos” sino también quienes se alejaron, quienes buscan la verdad y desean encontrarse con el Señor.

4) ¿Quiénes participan?

Es un ministerio de toda la Iglesia: clero, vida consagrada y laicado, con especial valoración de mujeres, jóvenes, excluidos y el aporte de profesionales de la conducta, invitados a ponerse al servicio de los más vulnerables.

5) ¿Cómo empezar ya?

  • Formación integral y permanente (personal, espiritual, teológica y práctica) para aprender a escuchar sin prejuicios y acompañar según el Espíritu.
  • Espacios seguros para preguntas de fe y procesos de reconciliación que abran a la misión.

Para quedarse con tres ideas

  1. Escuchar es evangelizar: la Iglesia anuncia acogiendo las heridas de su pueblo.
  2. Sinodalidad en acto: el ministerio encarna la escucha, el discernimiento y la misión compartida.
  3. Esperanza que no defrauda: la caridad pastoral nace de la certeza de que Dios escucha primero.

Invitación: cada parroquia y comunidad puede iniciar este camino hoy mismo, pidiendo al Espíritu Santo “oídos de discípulos” para escuchar, discernir y acompañar según el corazón de Cristo.